Seguridad para nuestro cabello

Muchas de nosotras procuramos aplicarnos los mejores productos en nuestro pelo, imaginándonos que estos nos harán efectos y nos dejara el cabello que nosotras esperamos, lo que no sabemos es que no estamos dando los mejores cuidados capilares esenciales a nuestro cabello para que los elementos hagan su respectivo efecto, es por esto que vemos nuestras melenas sin brillo, sin movimientos, sin vida. Una higiene capilar deficiente es un factor que tiende a debilitar el cabello, que puede presentar síntomas de sequedad, grasa, dificultad para desenredar, caída excesiva y las tan temidas puntas abiertas. Para que la fibra capilar no pierda su vitalidad es necesario tomar medidas.

Limpieza:

• Mantener una higiene periódica (2-3 veces por semana) del pelo y cuero cabelludo.
• Evitar la acumulación de grasa en el cabello porque activa la proliferación microbiana y reduce la oxigenación capilar.
• Para un lavado preciso se debe eliminar la suciedad, grasa y polvo contenida en el cuero cabelludo, dando pequeños masajes circulares con la yema de nuestros dedos. A continuación utilizar una pequeña cantidad de champú. Aclare cuidadosamente el cabello con agua tibia o fría dejándolo libre de restos de jabón. Repetir el proceso solo si el cabello estuviese muy sucio y fuera realmente necesario.
• Favorezca la renovación capilar con acondicionadores y/o bálsamos que mejoren la circulación en el cuero cabelludo y aumenten su oxidación. No olvidar aplicar de medios a puntas para no engrasar más de lo debido nuestro cuero cabelludo.

Cepillado:

• Cepillar el cabello para eliminar el polvo, los pelos y las células muertas, recuerde hacerlo solo con nuestro pelo húmedo, es decir, ni mojado ni tan seco, ya que en estos estados nuestro pelo es más propenso al quiebre y sequedad. El cepillo tiene, además, una operación estimulante para nuestros vasos sanguíneos, alojados en nuestro cuero cabelludo.
• Use cepillos de cerdas naturales, jabalí o de porcinas.
• No realice peinados o cepillados fuertes ni frecuentes, ya que estos dañan la cutícula del cabello.
• Evitar clips, gomas, pinzas y otros adornos que ejercen una presión sobre nuestra raíz. Tampoco es conveniente llevar cada día el pelo sujeto con trenzas o recogedores que provoquen el estiramiento de nuestro cabello.
• No abuse de tintes, permanentes, artefactos de calor, etc.
• Preserve su calor de las agresiones externas del medio ambiente.
• Consultar a sus respectivos dermatólogos, frente a cualquier irregularidad que se presente en su cuero cabelludo: caída importante de nuestro cabello, caspa, pediculosis, seborrea.

Cabello Seco:

• Por su fragilidad, evitar el cepillado agresivo, el uso de secados, pancha y/o tenazas, tintes o permanentes.
• Para su higiene capilar es recomendable utilizar un champú humectante, que le devuelva la humedad perdida al cabello. También es recomendable aplicarse lociones capilares ricas en queratina y vitamina B.
• El cepillado debe ser suave, con cepillos de cerdas naturales. Evitara el quiebre del cabello y el frizz.
• Recuerde realizar un corte periódico en las puntas de estas melenas, ya que por su sensibilidad tienden a tener muchas puntas abiertas.
• No es recomendable lavarse el cabello todos los días en este caso, se realiza solamente cuando es necesario.

Cabello Graso:

• Se recomienda lavarlo a menudo pero sin excederse para no saturar las glándulas y propiciar un aumento de la secreción de grasa, es decir, las raíces de nuestro cabello al estar en contacto con el agua activan las glándulas sebáceas y esto provoca un aumento de aceites en nuestros cueros cabelludos.
• Utilizar champús astringentes y agua fría con el objetivo de cerrar los poros del cuero cabelludo.
• Si lava su cabello a diario es bueno alternar su champú para cabello graso por uno para cabello normal.
• El exceso de grasa se puede presentar con más fuerza con el uso de productos suavizantes, sobre todo si son ocupados en la raíz de nuestro cuero cabelludo.
• Cepille el cabello suavemente para no activar las glándulas sebáceas.

Nutrición desde adentro ... la alimentación del cabello proviene de la sangre, por lo que una dieta equilibrada en nutrientes y vitaminas es la base de una buena salud capilar.

• Beba mucha agua. Entre 3 y 4 litros diariamente.
• Los oligoelementos desempeñan un papel fundamental en la formación del pelo. Se adquieren con los vegetales, las verduras, las legumbres y los complejos vitáminicos.
• Consumir frutas y verduras, alimentos ricos en cinc y magnesio, en vitamina B5 y B6.
• Evitar el consumo de café, alcohol y tabaco. Contraen los vasos sanguíneos del cuero cabelludo y disminuyen su nutrición.